Tan breve y tan abundante,
he reconocido tu mirada en mi oscuridad más espesa,
a placer he deslizado mis ropas
y me he abierto a ti.
Camino despacio, tan despacio como mis palpitaciones me lo permiten,
recorro tu piel cada día en silencio, así desde lejos
Descuento los minutos, los segundos a través de tus labios,
hago eterna cada caricia,
en el mar de lo impropio me sueño real a tu lado,
en el rincón de un secreto a cuestas.
Jaén
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