y después de unas horas sin mi

y después de unas horas sin mi, no le queda nada, sigue sentado, derrumbado en ese sofá lleno de pelusas de gato, no me desagrada, pero su mente sigue rindiendose ante el reto que se le ha presentado o que mas bien yo le impuse... me siento culpable; su mirada taciturna, ensimismada como si hubiera perdido le dicha, aunque dudo que alguna vez la haya poseido y si alguna vez fue así la perdió tan rápido como le fue concedida, yo se lo hubiera advertido de haber estado en ese momento, pero yo aun no existia en su vida como tal, me llena de dolor el tener que verle así, sus laqrimas contenidas con esa rabia, por haber dado, regalado su inocencia ni siquiera al mejor postor, sólo a quien se presentó primero, él lo sabe, cada noche ese sentimiento lo ataca,le recuerda, le mima y le destroza la absoluta e inherte mentira; el mostrarle una cara al mundo de serenidad, de firmeza, de frialdad...de descorazón; mientras él se revuelca cada noche en su cama reclamando por la venganza, derramando lagrimas que nunca se atrevera a revelar ante su enenmigo, pero ante mi simplemente no puede remediarlo, su corazón no palpita sólo tiembla y se desmorona ante mis brazos que le arrullan con el más tierno suspiro; cómo aliviar las heridas, cómo crear quimeras dentro de un no sueño; a manera de alivio muerde sus gemidos, sobre desgastados ojos postra lagrimas inherentes al mundo, inevitable, confuso,desarmado sigues en ese sofá acariciando al gato,susurrandole al viento que te condene o tu lo haras...